Solo que me convenzan por medio de la Biblia y no por Papas y concilios, que a menudo se contradicen entre ellos. Mientras no me convenzan de que hago mal, estoy obligado a creer en los textos de la Biblia. Mi conciencia es cautiva de la Palabra de Dios. Ir contra la conciencia no es bueno ni es justo. Por eso yo no puedo y no quiero retractarme. He dicho. No puedo hacer otra cosa. Que Dios me ayude. Amén
comentario:
Martín
Lutero era un hombre muy inspirador, pero
no observaba la realidad como era, a
pesar de eso era una persona común y corriente, cómo nosotros ,con sentimientos
y creencias propias ya que no todos tenemos los mismos pensamiento, pero todos
tenemos igual derecho, y hay que respetar, sin importar nuestro pensamiento
inspirador, nuestros temores y miedos.
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